sábado, 9 de noviembre de 2013

Wild West - Una aventura inolvidable (día 14)

Dia 14: Pismo Beach - Los Angeles (225 millas)

Todo lo bueno llega a su fin, y este día sería el último día con nuestras Harleys. Y con esa idea en mente nos dispusimos a disfrutar a tope del camino que aún nos quedaba.
Ese día discurria de nuevo, como todos los días tras dejar atras San Francisco, por la Pacific Coast Highway 1. Y todo ello sin salir del estado de California. Y eso significa muchos campos de cultivo,  incluso vino en las colinas. Colinas que nos brindaron una de las últimas oportunidades de curvear y disfrutar con nuestras monturas.





De vuelta al lado del mar nos quedaban por delante muchos kilómetros bastante más aburridos en cuanto a pilotaje se refiere pero que se verían compensados disfrutantdo de las peculiaridades de los americanos como sus coches patrulla, sus camiones peliculeros o la bandera patria por todas partes.


En los tramos de autopista todos se nos quedaban mirando...
Y llegaríamos así a Malibú y sus kilométricas playas y sus montañas llenas de mansiones. Dicen que también de famosos, pero allí los más famosos ese día serían el rugido de nuestros motores.

Antes de devolver las motos aún tendríamos tiempo de ir con ellas hasta el final de la ruta 66 en el famoso muelle de Santa Mónica, donde nos haríamos las correspondientes fotos. Fue un gran momento, porque a pesar de no haber recorrido la ruta completa sí habiamos completado una buena cantidad de kilómetros por ella y nuestro viaje no tuvo nada que envidiar al otro. De hecho terminaríamos una buena cantidad de millas más de las que componen la ruta 66. De cualquier modo es un lugar mítico para cualquier motero.
Comeríamos en el mismo muelle en el Buba Gump.
De vuelta a las motos daríamos un paseo por el barrio Venice de LA en nuestro tramo final que nos llevaría a devolver las motos. Dejaríamos a nuestro paso el Hotel California, donde nos acordaríamos de la canción de los Eagles que le hizo famoso.


Y había llegado el momento que no queríamos que llegase en que teníamos que devolver las motos. Después de tantos días nos habíamos encariñado con ellas. Estábamos cansados, muchos kilómetros y poco descanso. Alguno se alegró de que dejásemos por fin la moto. Otros no queríamos separarnos de ella.
En el mismo lugar donde empezamos pero 2920 millas después. Después de atravesar desiertos y montañas, bajo un sol abrasador o bajo el aguacero más traicionero, subir por caminos sin asfalto o por las curvas más retorcidas, cruzar rios de barro y pilotar sin parar durante horas, bien nos merecíamos una fiesta y una celebración. Y eso era lo que tocaba.
Por suerte aún nos quedaba un día en LA antes de coger nuestro avión de vuelta para poder hacer balance de un viaje extraordinario que quedará siempre en nuestra memoria.

Continuará...
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2 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Vaya pasada de fotos, me ha gustado mucho saber algo más sobre LA.
    Decir que acabo de descubrí tu blog y después de haberle echado un vistazo, he de decir que me gusta mucho, así que me quedo por aquí. Ya tienes mi 'me gusta' en tu página de Facebook :)
    Un saludo
    Diana. elmundoidiomas.blogspot.com.es

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  2. Hola Diana, me alegra que te hayan gustado las fotos y que te guste el blog. De paso ya te digo que he visto el tuyo y me parece de lo mas interesante asi que lo he puesto en mi lista de lectura.
    Sobre LA me queda la ultima entrada del viaje que podras ver dentro de poco.

    Un saludo.

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