sábado, 22 de febrero de 2014

De temas mediambientales en Alemania

Que a los alemanes les gusta todo esto del medio ambiente nos queda bastante claro cuando vemos cómo funciona aquí el tema del reciclaje por ejemplo. De hecho que cada día es más y más difícil saber dónde cuernos hay que echar cada cosa. Solo para el vidrio hay tres contenedores diferentes, léase, vidrio transparente, vidrio verde y vidrio marrón.
Pero bueno, que no venía yo hoy a hablar del reciclaje, sino de agua y energía. Y es que tras un comentario de una de mis profesoras de alemán comenzamos una interesante conversación (de besugos, por ser en alemán) que me dejo con un mensaje de lo más interesante. En Alemania se inculca, al igual que en otros países, el consumo responsable del valioso líquido elemento, pero sin embargo esto puede ser contraproducente en un país con excedente del mismo. En cuanto a la energía, lo más interesante es que podemos elegir cual es la fuente que queremos que suministre a nuestro hogar.
Vamos por partes. Alemania en general, y la región de Renania del Norte en particular, son muy lluviosas, el campo está verde todo el año y los ríos llevan o mucho agua, o muchísimo agua (vamos que habría que hacer un trasvase Rhin-Segura). La industria alemana consume una gran cantidad de agua, pero por el contrario, los hogares tratan de ahorrarla, por eso de la conciencia ecológica que les inculcan desde pequeñitos. Esto hace que los depósitos de agua, los embalses y demás instalaciones para el suministro permanezcan continuamente en altas cuotas de llenado, lo que implica que se favorece la formación de sedimentos que no son buenos para la calidad del agua. En definitiva, que al parecer aquí lo que tenemos que hacer no es ahorrar agua, sino derrocharla. Yo desde que me dijeron esto tomo bañitos en casa en lugar de ducharme. Aunque la contrapartida es que el precio del agua de los hogares es bastante elevado. A mi me parece un poco contrasentido la verdad, pero es lo que hay.
En cuanto a la energía, me resulta de lo más curioso que se pueda elegir qué porcentaje de energía queremos que sea de origen nuclear, de combustibles fósiles, o procedente de renovables. En concreto las distribuidoras tienen diferentes tarifas en función de la huella ecológica. Podemos elegir entre tarifas normales, tarifas sin producción nuclear, y tarifas totalmente procedentes de renovables. Lo que me gustaría me explicasen a mí es como hacen esa selección, porque la verdad que no parece muy creíble... Lo que esta claro es que, ahora que en España están volviendo a subir los precios, aún están lejos de lo que cuesta aquí la energía.
A vosotros que os parece, ¿ya elegís vuestra tarifa ecológica? 

miércoles, 12 de febrero de 2014

Bullet for my Valentine - Colonia 10.02.2014


Mucho, mucho tiempo sin escribir, pero vamos a ver si poco a poco voy retomando el blog después del descanso navideño.


Y que mejor forma de hacerlo que para relatar el concierto al que tuve la suerte de asistir el lunes a cargo de los británicos “Bullet for my Valentine”.

Un nuevo recinto, en el que no había estado nunca, el Palladium Koln, acogía el evento. Resultó estar justo enfrente del E-Werk, otro recinto de conciertos y espectáculos en el barrio Mulheim de Colonia, en el que ya vi a los australianos “Airbourne”. El lugar está bien acondicionado y preparado para este tipo de eventos, si bien unas vigas laterales hacen que parte del mismo no sean muy adecuadas si quieres disfrutar de una buena vista del escenario al completo. Típica fabrica antigua re-acondicionada para este tipo de menesteres, con el ropero y los baños en una planta baja y un lateral accesorio donde estaban el merchandising y una de las barras.

Llegué algo justo de tiempo para mis hábitos conciertiles así que pase rápido a dejar la ropa de abrigo en el ropero y sin perder mucho tiempo me acerque a una de las barras a pedir una cerveza (había Heineken, cosa no habitual así que por una vez pudimos darle la espalda a la Kolsch) para acto seguido buscar un hueco para ver a los primeros teloneros. Como siempre por aquí, puntualidad alemana, y justo a las siete y media salían a escena un grupo japonés (que poco tenía que ver con los grupos británicos anunciados en la entrada) llamado Coldrain, que sinceramente lo dieron todo en el escenario y le pusieron muchas ganas pero no terminaron de calar entre el público. Entretenido de cualquier modo y con algunos buenos riffs en varias canciones. Una media hora fue todo lo que dio de sí su actuación tras la que dejaron paso a los alemanes Callejon. Este grupo de Dusseldorf parecía tener muchos seguidores ya que vi muchas camisetas por todo el recinto y cuando salieron al escenario la gente los recibió estupendamente. Sin embargo, a mí no me gustó en absoluto su actuación. He de reconocer que no los había escuchado antes pero si había oído hablar bien de ellos. Quizás el sonido, quizás mis gustos personales, el caso es que me resultó bastante aburrido, hasta el punto que aproveché para ir un tanto hacia atrás y echarle mano a otra cerveza.

Por suerte (esta vez), a los teloneros aquí les tienen el tiempo cronometrado y en apenas cuarenta y cinco minutos tuvieron que recoger para dejar paso al grupo principal de la noche.

Sobre las nueve y media se apagaban de nuevo  las luces y sonaba el “Oh fortuna” de la opera Carmina Burana (si, aquella de “Conan el Bárbaro”) para a continuación hacer su entrada en escena los "Bullet for my Valentine" que arrancaron con la canción “Raising Hell”. El concierto transcurrió un poco a los trompicones ya que si no entre todas las canciones, si demasiado a menudo, los componentes desaparecieron del escenario dejando espacios de tiempo excesivamente largos entre corte y corte, lo que le robó algo de encanto al concierto. El repertorio se basó principalmente en sus discos anteriores con apenas tres canciones de su nuevo disco “Temper Temper” cuya imagen presidia el escenario. El mejor momento para mi llegó, sin lugar a dudas, en los bises, cuando se marcaron un estupendísimo cover del inmortal “Ace of Spades” de Motörhead para acto seguido cerrar con su canción quizás mas conocida “Tears don’t fall”.

Un buen concierto, sin llegar a ser “gran” concierto, ya que para mi gusto se quedaron un poco cortos, apenas una hora y veinte minutos, y los cortes prolongados que en algunos casos enfriaron un poco el ambiente general. Musicalmente el guitarrista principal es una gozada aunque en el solo que se marcó abusó sobremanera de la distorsión. Un grupo que va a cumplir diez años en escena y que hace buena música, si te gusta el género, claro.






Sin aburriros más me despido hasta la próxima, que espero que sea más pronto que tarde.