jueves, 19 de diciembre de 2013

Escapadas desde Colonia - Düsseldorf


Düsseldorf, ese pueblecito del que la gente de Colonia no quiere ni oír hablar. Sino echarle un vistazo a este post anterior sobre la rivalidad entre estas ciudades. Pero para los que no somos de aquí, pues como que nos da un poco igual y la ciudad bien merece una visita.

La mejor forma de llegar es en tren, en el regional se tarda apenas media hora hasta la estación central de Düsseldorf y desde allí son apenas 10-15 minutos andando al centro turístico. Si es verdad que el ticket individual es un tanto caro, unos 10€ ida y otros tantos la vuelta. Si vais tres personas o más, lo mejor es sacar un billete de 5 para todo el día que os saldrá más económico y además os permitirá coger el metro en Düsseldorf o Colonia si os hiciera falta.

Como fácilmente podréis identificar por las fotos, en estas fechas Düsseldorf también está lleno de mercadillos navideños, no tan impresionantes ni bonitos como los de Colonia, por supuesto.

En vuestro paseo desde la estación cruzareis casi sin lugar a dudas la calle Königsallee, más comúnmente llamada Kö, una calle llena de tiendas de alto standing que se conoce como la quinta avenida de Alemania. Esta calle discurre por ambos lados de un pequeño canal que termina con una estatua que parece dedicada a Neptuno.

Pasada esta calle llegaremos al centro propiamente dicho, y si dirigimos nuestros pasos hacia la plaza Markplatz o plaza del ayuntamiento cruzaremos las calles más animadas de la ciudad, repletas de tiendas, pubs y restaurantes con un montón de terrazas en las que disfrutar de la cerveza del lugar, la Alt, para mi gusto mucho más rica que nuestra manida Kölsch.

La plaza es pequeña pero muy bonita y desde aquí con un pequeño paseo llegaremos al rio por la Burgplatz donde podremos la torre que queda de lo que fuera un castillo a orillas del Rin que hoy alberga un museo sobre la navegación sobre el río. En navidad ponen una noria gigante y es un rincón siempre muy animado.


Callejeando por la ciudad podréis encontrar, con suerte, la imagen del Scheider Wibbel, un símbolo de la ciudad que se encuentra en una callejuela del mismo nombre y que esta atestada de restaurantes españoles. Al parecer hay que tocar la imagen para que nos de suerte al tiempo que encuentras al pequeño visitante de la misma.

La zona nueva de la ciudad también merece un paseo, con sus construcciones modernistas y sus coloridos diseños. Podréis llegar desde el centro dando un corto paseo a lo largo del rio en dirección a la torre de televisión que dispone de un mirador al que podréis subir por un módico precio.


En definitiva una ciudad entretenida, con mucha vida y que bien merece una visita de vez en cuando. Qué, ¿Os animáis?

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